Melissa, considerado uno de los huracanes más poderosos registrados en el Atlántico, entró a tierra firme en Jamaica con vientos de hasta 295 kilómetros por hora y lluvias torrenciales. Una fuerza que ha provocado daños significativos en las zonas costeras y rurales de la región.
Sus 892 milibares, la unidad de medida de presión usada en meteorología, hace de Melissa la quinta presión central mínima más fuerte jamás registrada dentro de una tormenta del Atlántico y supera la fuerza máxima de Katrina, según The New York Times.
Melissa se originó en el oeste de África, comenzando como una onda tropical que fue detectada por los monitores el 16 de octubre. Cruzó el Atlántico hacia las Islas de Barlovento y luego se desplazó lentamente hacia el oeste, llegando al mar Caribe.
En el Caribe ha arrojado al menos siete muertes, cuatro en Haití y tres en Jamaica.