Filipinas inauguró nueva cárcel para legisladores implicados en corrupción
“Las mismas reglas de la cárcel se aplicarán a los ricos y a los pobres” dijo el secretario del Interior, Jonvic Remulla
Internacional.- Filipinas inauguró una nueva cárcel que pronto podría albergar a numerosos legisladores poderosos, funcionarios de obras públicas y otras personas implicadas en un escándalo de corrupción masivo que involucra proyectos de control de inundaciones, dijo el lunes un alto funcionario.
La cárcel, que podría albergar hasta 800 detenidos en el área metropolitana de Manila, fue mostrada a los medios por el secretario del Interior, Jonvic Remulla, en el último intento de la administración del presidente Ferdinand Marcos Jr. para calmar la indignación pública por el escándalo.
Las anomalías han vinculado a decenas de congresistas, ingenieros gubernamentales y propietarios de empresas constructoras, y han provocado protestas callejeras en uno de los países más propensos a inundaciones de Asia. Remulla estimó que unos 200 funcionarios y otros sospechosos podrían ser acusados por el Sandiganbayan, un tribunal especial anticorrupción para funcionarios gubernamentales.
Eso llevó a la decisión de construir una nueva cárcel para detener a sospechosos que podrían enfrentar meses o años de juicio, dijo.
Remulla prometió que los sospechosos, entre los que podrían incluirse exmiembros y actuales del Senado y de la Cámara de Representantes, no recibirían ningún trato VIP, como ha sucedido en el pasado con políticos condenados por delitos.
“Lo que estamos preparando son celdas normales”, dijo Remulla en una conferencia de prensa. “Si un ladrón que robó una loción de 100 pesos (1,7 dólares) en un centro comercial pudo ser detenido aquí, quienes robaron miles y miles de millones, en mi opinión, deberían estar igualmente encerrados aquí”.
La cárcel cuenta con 80 celdas, cada una con capacidad para 10 reclusos. Las instalaciones incluyen literas, baño compartido, inodoro, ducha y agua potable purificada. Al igual que en otros centros de detención, los teléfonos celulares, computadoras y otros dispositivos de comunicación están prohibidos. Los detenidos tendrán acceso a sus abogados y a una enfermería, explicó.
“Las mismas reglas de la cárcel se aplicarán a los ricos y a los pobres”, dijo Remulla.
Las cárceles filipinas son conocidas por su hacinamiento y sus instalaciones inadecuadas. La población carcelaria aumentó especialmente durante la llamada guerra contra las drogas, iniciada por el expresidente Rodrigo Duterte, detenido por la Corte Penal Internacional en La Haya por presuntos crímenes de lesa humanidad relacionados con las matanzas relacionadas con el narcotráfico.
Marcos alertó por primera vez sobre la corrupción masiva relacionada con los proyectos de control de inundaciones en su discurso sobre el estado de la nación ante el Congreso en julio. Posteriormente, creó una comisión independiente que ha estado investigando posibles irregularidades, incluyendo las relacionadas con los 9 mil 855 proyectos de control de inundaciones, con un valor de más de 545 mil millones de pesos (9 mil500 millones de dólares), que supuestamente se habrían ejecutado desde que Marcos asumió el cargo a mediados de 2022.
El mes pasado, el secretario de Finanzas, Ralph Recto, dijo a los legisladores que solo desde 2023 se podrían haber perdido proyectos de control de inundaciones por valor de hasta 118 mil 500 millones de pesos (más de 2 mil millones de dólares) debido a la corrupción.
En investigaciones televisadas del Congreso, propietarios de empresas constructoras, ingenieros del gobierno y testigos declararon bajo juramento que varios legisladores, entre ellos el presidente de la Cámara de Representantes, Martín Romualdez, primo y aliado político del presidente, el presidente del Senado, Francis Escudero, y otros cuatro senadores, tanto actuales como retirados, supuestamente recibieron cuantiosos sobornos provenientes de proyectos de control de inundaciones. Romualdez y Escudero han renunciado a sus influyentes cargos, pero han negado las acusaciones.
