El año pasado, Noboa eliminó el subsidio a las gasolinas Extra y Eco País, las de mayor consumo en el país, que actualmente registran precios al consumidor similares a los valores internacionales, tras haberlos igualado progresivamente luego de su descongelamiento.
La eliminación de los subsidios a los combustibles son una de las decisiones políticas más sensibles en Ecuador que ya intentaron tomar sin éxito los expresidentes Lenin Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023), quienes tuvieron que recular ante las dos olas de protestas más grandes acontecidas en el país, lideradas en ambas ocasiones por el movimiento indígena.
Estas medidas se enmarcan dentro de los planes económicos de Noboa de reducir el déficit estatal, que llegó a casi el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) cuando llegó al poder en 2023, y cumplir las metas del programa crediticio del Fondo Monetario Internacional (FMI), que asciende a 5.000 millones de dólares en un periodo de cuatro años (2024-2028).
La desaparición del subsidio al diésel entrará en vigor desde este sábado e implicará un incremento en el precio de este combustible en las estaciones de servicio de 1,80 dólares por galón (3,78 litros) a 2,80 dólares.
La medida fue anunciada en un mensaje a la nación emitido en la noche de este viernes con un grupo de ministros que hablaron en nombre del presidente Noboa, quien no apareció en la alocución.
"Enfrentamos con valentía las decisiones que deben tomarse", comenzó diciendo la ministra de Economía y Finanzas, Sariha Moya, para quien "los recursos deben ir donde se necesitan".
"Por décadas, el esfuerzo de todos los ecuatorianos ha financiado un subsidio que debería garantizar bienestar pero que ha fluido por una tubería que desviaba gran parte de los recursos al contrabando, a mafias como la minería ilegal y a privilegiados que no lo necesitaban", señaló Moya.