La respuesta de Fuller fue afirmativa, confirmando la serie de sospechas y cuestionamientos en torno al papel de la estación de control en el momento de la tragedia donde murieron 67 personas y que fue calificada como "la catástrofe más mortífera en Washington D.C. en décadas".
Adicionalmente, Fuller aseguró que el controlador debió haberle informado a la tripulación del avión de American Airlines que, en ese momento, el helicóptero estaba usando separación visual y que había probabilidades de que ambos objetivos se fusionaran.
Cabe mencionar que, tras la tragedia, el control aéreo de EE.UU. fue fuertemente cuestionado por una falta de personal para atender adecuadamente el tráfico en sus cielos. Fuentes indican que solo un empleado estaba guiando las aeronaves desde la torre del aeropuerto en el momento de la colisión, cuando normalmente se trata de un trabajo que realizan dos personas.