El hambre azota a los hospitales de Gaza: No hay alimentos, las enfermeras se desmayan y escasea la leche para bebés
Tras las restricciones israelíes a la ayuda humanitaria, aumentó el hambre en el enclave. Médicos y auxiliares, con dificultades para encontrar comida, carecen de recursos para contener a cada vez más pacientes desnutridos
Internacional.- Enfermeras en varios de los hospitales que aún funciona en Gaza, se desmayan por hambre y deshidratación. Los directores a menudo no pueden proporcionar comidas a los pacientes ni al personal médico. Los galenos se están quedando sin leche de fórmula para los recién nacidos, y en algunos casos les dan solo agua.
Al menos tres hospitales importantes carecen de los fluidos nutricionales necesarios para tratar adecuadamente a niños y adultos desnutridos.
Tras meses de advertencias, agencias internacionales, expertos y médicos afirman que la hambruna se extiende ahora por Gaza debido a las restricciones impuestas por Israel a la ayuda humanitaria durante meses. Al menos 56 palestinos murieron este mes por hambre en el territorio, casi la mitad del total de muertes por este motivo desde que comenzó la guerra hace 22 meses, según datos publicados el sábado por el Ministerio de Salud de Gaza.
A medida que aumenta la hambruna, las instituciones médicas y el personal, ya desbordados por las heridas de guerra y las enfermedades, ahora enfrentan una creciente cantidad de casos de desnutrición.
Débiles y mareados, los médicos se desmayan en las salas, donde sus colegas los reaniman con soluciones de suero y glucosa. Con escasez persistente de herramientas básicas como antibióticos y analgésicos, los médicos también se están quedando sin los sueros intravenosos especiales utilizados para alimentar a los pacientes debilitados.
En los cuatro hospitales, los médicos describieron cómo cada vez les resulta más difícil salvar a los bebés desnutridos y en su lugar se ven obligados a simplemente gestionar su deterioro. En algunos casos, los fluidos que los médicos pueden administrarles de forma segura no son suficientes para evitar que mueran.

El doctor Nick Maynard, un cirujano británico que fue voluntario en el mismo hospital, describió el impacto de ver a un bebé esquelético que parecía tener solo días de vida, pero que en realidad tenía siete meses.
“La expresión ‘piel y huesos’ no le hace justicia”, dijo el doctor Maynard en una entrevista telefónica el viernes. “Vi una severidad de desnutrición que no habría creído posible en un mundo civilizado. Esta es una hambruna provocada por el ser humano, utilizada como arma de guerra, y causará muchas más muertes si no se permite inmediatamente el ingreso de alimentos y ayuda”.
Consultado al respecto, COGAT, el departamento militar israelí encargado de supervisar la ayuda a Gaza, dijo que “sigue trabajando en coordinación con actores internacionales para permitir y facilitar la entrada continua de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, de conformidad con el derecho internacional”. Tarde en la noche del sábado, el ejército israelí comenzó a lanzar ayuda aérea sobre el norte de Gaza y dijo que pausaría su actividad militar durante varias horas al día en zonas clave para facilitar la entrega de ayuda por tierra.
Los médicos afirman que muchas otras personas probablemente han muerto por condiciones o heridas que podrían haberse tratado o curado si las víctimas no hubieran estado tan debilitadas por la desnutrición. La hambruna está provocando que más madres sufran abortos espontáneos o den a luz prematuramente a bebés desnutridos con sistemas inmunitarios debilitados y anomalías médicas.
Israel afirma públicamente que el nuevo sistema de ayuda es necesario para evitar que Hamas robe los suministros. Pero oficiales militares israelíes reconocieron a The New York Times que no tienen pruebas de que Hamas haya robado sistemáticamente comida proporcionada por Naciones Unidas, el principal proveedor de ayuda durante gran parte de la guerra. Israel sostiene que sus soldados han realizado “disparos de advertencia” para calmar disturbios en las rutas hacia los puntos de ayuda. Los doctores Maynard y Sleemi describieron heridas que indican que los soldados dispararon sistemáticamente al torso de las personas.
También culpa a las Naciones Unidas por no entregar suficiente comida para aliviar la situación. Israel dijo que había destruido hasta 100 cargamentos de comida en los últimos meses porque las organizaciones de ayuda no pudieron distribuir los alimentos antes de su fecha de caducidad. Funcionarios de la ONU aseguran que las restricciones israelíes han dificultado el envío de convoyes a través de una zona de guerra activa.