A través de su cuenta en Instagram, la influencer y excampeona de kitesurf describía como un momento "soñado" mientras la espuma "blanca" de las aguas golpean su cara o cómo se pone boca arriba, disfrutando de su baño, expresaba que "me estoy divirtiendo tanto que literalmente ni siquiera siento el frío”, sin saber el origen del líquido en el que se encontraba sumergida.
En cuestión de minutos, según reseña el portal Nmás en vivo que, en sus redes comenzó a recibir comentarios en los que le advertían que se trataba de aguas contaminadas con heces fecales, aguas residuales o negras.
Más tarde, respondió en los que no recomiendan nadar en esa zona, con la frase "me temo que he cometido un gran error".
Hasta el momento, Michelle no ha reportado síntomas de alguna infección tras nadar entre aguas negras y aseguró que le ayudó a fortalecer sus defensas.