Tales hechos sucedieron mientras el actual sumo pontífice era obispo de la diócesis de la localidad peruana de Chiclayo.
"Digan a Perú que pronto va a tener noticias mías", expresó el papa durante una audiencia con periodistas en el Vaticano citada por la prensa.
Luego que los medios peruanos retomaran el caso, precisamente tras su elección como sucesor de Francisco, el actual obispo de Chiclayo, Edinson Farfán, indicó que su antecesor, Robert Prevost, se encargó de investigar la denuncia y "ha sido sensible a las víctimas y aún sigue acompañándolas".