También se destaca que no se tiene conocimiento sobre el estado actual de la sucesión, o si la promesa de Musk de dedicar más tiempo a la dirección de la empresa podría haber pospuesto los planes de sustituirlo. No obstante, el tiempo que ha dedicado a cortar el despilfarro del presupuesto federal y los cambios que ha implementado con el DOGE han dejado graves consecuencias en las ganancias de Tesla, con un desplome del 71 % en el primer trimestre de este año.
Los críticos del DOGE lanzaron ataques de vandalismo en concesionarios y estaciones de carga, mientras que el más reciente modelo de Tesla, la Cybertruck, se convirtió en objeto de burlas. Además, los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a China, uno de sus mayores mercados, y a México y Canadá, que son importantes proveedores, también han afectado su producción y venta.
La semana pasada, Musk comentó a los inversores de Tesla que "seguiría abogando por aranceles más bajos en lugar de aranceles más altos", pero que no podía hacer nada más. Según afirmó, la decisión corresponde a Trump. El mandatario, por su parte, agradeció su labor durante una reunión con su gabinete esta misma jornada, y lo invitó a quedarse "todo el tiempo que quiera". Aunque también dijo que seguramente quería "volver a sus coches".