El caso lo expuso la misma víctima a la Policía de Investigación de Chile (PDI). La venezolana relató que antes la viajar la contactó una mujer y le propuso migrar a Chile para trabajar como cuidadora de niños. «De esta manera viajó junto a su hija de 3 años e ingresó de forma irregular al país», detalló el portal informativo Biobiochile, citado por El Pitazo.

Según el testimonio de la mujer, cuando llegó al país se enteró de que debía trabajar en el comercio sexual. Fue trasladada desde Santiago de Chile hasta la región de O’Higgins, donde debía ejercer la prostitución en locales nocturnos.

Además, en caso de negarse, precisó que tenía que cancelar una deuda de 6 millones de pesos chilenos por presuntos gastos del ingreso al país.

El subprefecto José Contreras, jefe Brigada de Trata y Tráfico de Personas Metropolitana, aseguró que la “forma más triste en este caso particular es que la coacción fue la utilización de una niña de 3 años de edad, respecto de quien estas personas la tenía a su resguardo para obligar a la madre a prostituirse”.

Las autoridades de migración comprobaron que las detenidas, cuyas identidades no fueron reveladas, tampoco tienen ingreso regular al país sudamericano.