El mandatario señaló que no esperaba vivir una nueva masacre en una institución educativa en Estados Unidos y menos durante su presidencia. “Tenía la esperanza, cuando me convirtiera en presidente, de no tener que hacer esto de nuevo”, pues él tuvo que afrontar el tiroteo en la escuela primaria de Sandy Hook en Connecticut en 2012, cuando era vicepresidente de la nación.

“Hermosos, inocentes estudiantes de segundo, tercero y cuarto grado. Y cuántas veintenas de niños pequeños que son testigos de lo que pasó ven morir a sus amigos, como si estuvieran en un campo de batalla, por el amor de Dios”, dijo el presidente Biden visiblemente afectado por la muerte de los menores.

El presidente estadounidense también fue empático con los padres, quienes sufren la partida de sus hijos luego de esta masacre en la escuela ubicada en la ciudad de Uvalde. “Perder a un hijo es como que te arranquen un pedazo del alma”.

“Este tipo de tiroteos masivos rara vez ocurren en otras partes del mundo. ¿Por qué estamos dispuestos a vivir con esta carnicería? ¿Por qué seguimos permitiendo que esto ocurra? ¿Dónde, en el nombre de Dios, está nuestro coraje para afrontarlo? Es hora de convertir este dolor en acción”, se puede leer en un tuit de la cuenta oficial del presidente Joe Biden.

Según primeras informaciones de las autoridades, el atacante es un joven de 18 años, residente de la ciudad, conocido como Salvador Ramos, según señaló el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.

El gobernador también indicó en rueda de prensa que se creía que el atacante, le disparó a su abuela antes de dirigirse a la Escuela Primaria Robb alrededor del mediodía.

El senador del estado de Texas, Roland Gutiérrez, le dijo a CNN que tres adultos también habían muerto en el ataque, citando al Departamento de Seguridad Pública de Texas, aunque no estaba claro si esa cifra incluía al tirador.

En el lugar se veía a pequeños grupos de niños zigzagueando entre autos y autobuses estacionados, algunos tomados de la mano mientras salían bajo escolta policial de la escuela, que tiene alumnos de siete y 10 años.

Estados Unidos vive una ola de tiroteos en su territorio en los últimos días, pues el pasado 14 de mayo, un joven de 18 años, autoproclamado supremacista blanco, asesinó a tiros a 10 personas en una tienda en Búfalo, Nueva York, en una zona de gran población afroestadounidense.

Al día siguiente, un hombre que dijo estar “molesto por las tensiones políticas entre China y Taiwán” disparó contra la congregación taiwanesa-estadounidense en una iglesia en Laguna Woods, California, matando a una persona e hiriendo a cinco.

Pero a pesar de que se repiten los tiroteos masivos, múltiples iniciativas para reformar las regulaciones sobre armas han fracasado en el Congreso de Estados Unidos, dejando que los estados y los consejos locales promulguen sus propias restricciones. Por esta razón, el presidente Biden pidió más “acción” para evitar estos hechos que han cobrado la vida de decenas de estadounidenses. (AFP)