Mientras que a Chevron se le facultará para negociar la reanudación de las operaciones en el país, según una fuente enterada que habló bajo condición de anonimato para detallar estos planes, reseñó Bloomberg.

La reducción de las sanciones se produce en un momento en el que la escasez de suministros de petróleo a escala mundial dispara los precios del crudo y los combustibles, lo que amenaza con acelerar una inflación que ya es histórica.

En consecuencia, más barriles de Venezuela, aunque con una capacidad de producción mermada, ayudarían a aliviar la escasez de suministro, al tiempo que permitirían a Europa a desprenderse de la energía rusa en medio de la invasión de Ucrania por parte de la superpotencia.

La medida está destinada a facilitar las negociaciones entre el gobierno venezuela y la oposición, según otra fuente que habló bajo condición de anonimato. 

Pero es políticamente polémica, ya que algunos legisladores argumentan que el alivio de sanciones a la industria petrolera venezolana sólo refuerza al gobierno.

La italiana Eni y la española Repsol son las únicos grandes petroleras europeas que operan en el país. Estas corporaciones están conversando con el gobierno del presidente Joseph Biden para llevar el petróleo venezolano producido por las empresas mixtas en las que participan a Europa, en lugar de colocarlo en China.

Aunque Chevron no tiene actualmente permiso para perforar o exportar petróleo desde Venezuela, la reanudación de las conversaciones con la empresa estatal PDVSA allana el camino para que la compañía con sede en San Ramón, California, obtenga una nueva licencia que le permita reanudar sus operaciones.

También es una señal de que el petróleo venezolano puede llegar a los Estados Unidos, dijo una fuente consultada. (Bloomberg)