La joven, que trabaja para una compañía aérea, compró la bebida en una máquina expendedora. Según cuentan los testigos, apenas probó el café se percató de un sabor extraño y, al introducir la cucharilla, descubrió que el vaso contenía varios insectos.

Poco después, sufrió un choque anafiláctico. Se le comenzó a hinchar la cara y tenía dificultad para respirar. De inmediato, fue atendida por los servicios sanitarios del aeropuerto y, posteriormente, trasladada a una clínica local, donde permaneció en la UCI hasta este miércoles.

La familia de la afectada ha denunciado a la empresa distribuidora ante la Policía Nacional por un posible delito contra la salud pública y de lesiones imprudentes por un deficiente mantenimiento de las instalaciones y la presencia de insectos en la máquina, que fue clausurada a raíz del incidente.