En medio de la diligencia de allanamiento, incautaron de 74 ampollas de fentanilo de 10 miligramos, 37 pastillas de éxtasis, 270 pastillas de clonazepam de 2 miligramos, 1.7 kilos de marihuana, 19 frascos de popper, elementos para dosificación, una gramera, 17 cigarrillos electrónicos, un arma traumática y dos proveedores.

Una captura previa

A mediados de agosto, las autoridades también capturaron a Alcides Armando Acosta Durán, de 25 años, quien fue sorprendido con 98 ampollas de fentanilo, en una casa ubicada en el barrio Caño Limón.

El detenido es un enfermero que trabajaba en un reconocido centro médico de la ciudad, desde donde sacaba el medicamento para venderlo de manera ilegal.

Cada ampolla de fentanilo es vendida en $100 mil. “Sabemos que las expendía en discotecas y diferentes vendedores de la zona donde lo capturamos”.

La Policía señaló que desde hace seis meses escucharon que, en Cúcuta y en Ocaña estaban comercializando ilegalmente ese fármaco, por eso iniciaron las pesquisas y tres meses después lograron ubicar un informante que les mostró los puntos donde tenían el fentanilo en ampollas.

Hasta hace menos de dos años, la cocaína era la droga a vencer por parte de las autoridades mundiales, pero poco a poco se ha venido registrando una importante reducción en su consumo y no ha sido por la eficiencia de la DEA u otros organismos de seguridad para disminuir su producción, sino, porque surgió un nuevo y temido competidor: el fentanilo.

En países como Estados Unidos esta droga desplazó a la cocaína, marihuana o heroína, pues el fentanilo es considerada la ‘droga zombi’, porque su efecto es mayor y el estado en el que quedan las personas que la consumen es muy deplorable.

Pero también, esta droga viene aumentando las muertes por sobredosis, pues quienes la usan exageradamente no regresan del ‘viaje’.