El padre de los menores, agradecido, le pidió que fuera el padrino de la menor de ellos, Cristin, que se accidentó como pasajera de una avioneta cuando tenía solo 11 meses de edad y cumplió un año luchando por sobrevivir.
“Cuando íbamos en el avión, venía hablando con don Manuel compartiendo experiencias de cómo vio él desde su punto de vista la búsqueda, y también de parte de nosotros, me dijo: general, yo quiero que usted sea padrino de la niña, de la menor”, contó el brigadier general Pedro Sánchez.
La respuesta, por supuesto, no podría ser otra que un sí. “Para mí sería un honor”, dijo el oficial.
Ya luego, confesó que su intención siempre fue adoptar un hijo, dado que solo tiene uno, y a Cristín, más que su ahijada, la verá como una hija.
“Nosotros solamente tenemos un hijo de 9 años; en algún momento siempre quise adoptar alguno y anoche, o más bien esta madrugada, cuando llegué a la casa, le dije a mi esposa que se hizo realidad, que vamos a tener una hija, por llamarlo así. Aunque tenga diferente apellido, no importa, es lo que se siente en el corazón, es lo que se siente en la sangre, en el alma”, agregó.
El comandante también narró cómo le contó la buena nueva a su hijo, Alejandro, y la petición que le hizo con Cristín, que por ahora se está recuperando junto a sus hermanos en el Hospital Militar de Bogotá.
“Y esta mañana, a mi hijo de nueve años le dije: Alejandro, vas a cuidar a una menor, que tiene un año. ¡Encontramos a los niños de la selva!. Y me dijo: bueno, papá, así lo haré”.
“La fe mueve montañas, se puede lograr cuando se cree, la persistencia permite alcanzar lo que uno sueña, que cuando trabajamos unidos podemos llegar lejos. A los niños no solamente los encontramos, sino que los encontramos vivos y hoy están aquí en Bogotá, recibiendo la atención más especializada”, expresó el general, en conversación con SEMANA, cuando se le preguntó por la importancia de no perder la esperanza de encontrar a los menores tras cuarenta días.
El presidente de la República, Gustavo Petro, visitó este sábado en el Hospital Militar Central a los cuatro menores indígenas que fueron rescatados, tras más de 40 días de desaparecidos, luego del accidente de una avioneta en Guaviare.
Sánchez no duda en reconocer el heroísmo de los comandos especiales de las Fuerzas Militares y del grupo de indígenas que se internaron en la selva para “hacer posible lo imposible”, pero aclara que “los más valientes fueron los niños”.
A los niños los vi con una alegría inmensa. Detrás de esos ojos de esperanza está el trabajo de más de 350 personas, está la energía de millones de personas, está el trabajo de quienes diseñaron la estrategia.
“Yo soy una humilde voz de aquellos valientes comandos, de aquellos soldados, de aquellos aviadores de nuestro Ejército, de aquellos pilotos de nuestra Fuerza Aérea, de aquellos indígenas que se internaron en la selva. Pero tal vez por encima de ellos los más valientes fueron nuestros cuatro menores, ellos no tenían la tecnología ni la capacidad que nosotros manejamos, ellos solo tenían aquello que se llama deseos de vivir”, indicó el oficial.