El programa tiene todos los elementos característicos de las exitosas series animadas: hay secuencias de acción, chistes, canciones, supervillanos hilarantes y personajes entrañables. 

Sin embargo, al final del día, cuando estos héroes se van a casa, regresan a una familia aparentemente normal. A medida que regresan a la vida normal como niños y adolescentes respectivamente, están rodeados de muchos elementos que son reconocibles para el público venezolano. 

Hay cuadros de El Ávila, cerámicas como las que comprarías en El Hatillo, obras de arte inspiradas en el estilo cinético de Jesús Soto, e incluso decoraciones como las que comprarías en Quíbor. ¿La razón de esto? Hamster, Gretel y su hermano Kevin son parte de una familia venezolana-estadounidense. 

Su padre, Dave, es estadounidense y su madre, Carolina, es venezolana. Juntos simbolizan un paso importante en la representación venezolana en los medios animados.

La coproductora y escritora principal del programa es la escritora y comediante venezolana-estadounidense Joanna Hausmann. Es conocida por su divertido canal de YouTube y su trabajo con Flama, y ​​su podcast Hyphenated con la comediante cubanoamericana Jenny Lorenzo. (También la conocemos como una de las mentoras de comedia de nuestro Angelo Colina ). 

Dado que es un programa animado, se debían considerar todos los detalles, desde los límites de los poderes de Gretel hasta la apariencia de los teléfonos. Hausmann dice: "Estaba petrificado al principio, para ser honesto contigo, y luego me di cuenta de que uno de los trabajos más importantes del escritor principal es conocer el talento de tus escritores, y tuve mucha suerte de tener escritores que son increíblemente astutos en el espacio de la comedia”. 

Una de sus partes favoritas de todo el proceso fue crear el departamento del personaje. Los espectadores venezolanos reconocerán muchas de las pinturas y decoraciones e incluso podrían tener algunas colgadas en sus paredes. 

De hecho, la directora de arte de la muestra, Dorothea Gerassimova, basó algunas de ellas en la propia casa de Joanna. “Todas estas cosas pueden pasar desapercibidas para un estadounidense, pero para nosotros, cuando las vemos, nos hacen decir ' este es un mundo auténtico'”.

La cultura venezolana está presente durante todo el espectáculo. Sin embargo, al igual que en la vida real, no siempre surge explícitamente. Sin embargo, es intrínseco a las interacciones y motivaciones de los personajes, detalla Caracas Chronicles.