El alguacil de la ciudad, Robert Renzulli, declaró que pasaron alrededor de una hora cambiando las cerraduras del apartamento de Chung y que, cuando llegó, la vivienda ya estaba vacía y el desalojo se había completado. Sus pertenencias, como muebles, ropa y ropa de cama, quedaron bajo la responsabilidad del propietario.

De acuerdo con las normas locales, el dueño del inmueble debe conservar estos objetos durante 30 días antes de decidir si los desecha o toma otras medidas. Renzulli señaló que, en este caso, el arrendador probablemente consultaría con sus abogados antes de disponer de las pertenencias, dado el perfil público que había adquirido el caso.

Chung se dio a conocer en las últimas semanas por una serie de detenciones por marcharse sin pagar tras cenar en restaurantes de alto nivel. Varios trabajadores de restaurantes denunciaron que la mujer se hacía pasar por 'influencer' gastronómica, vestía prendas de lujo y publicaba en redes sociales imágenes de las comidas como si se tratara de colaboraciones pagadas.

Según los informes, había sido arrestada al menos en ocho o diez ocasiones por presunto impago de cuentas en restaurantes de Brooklyn, incluidos locales con estrellas Michelin y el tradicional asador Peter Luger. En este último, un empleado habría asegurado que la sospechosa llegó a ofrecer favores sexuales en lugar de abonar la cuenta.

Situación judicial

La última detención de Chung la semana pasada derivó en que un juez de Brooklyn le fijara una fianza de 4.500 dólares y ordenara una evaluación psiquiátrica, tras considerar informes que apuntaban a que la acusada no comprendía plenamente los cargos. Posteriormente, fue enviada al complejo penitenciario de Rikers Island, donde permanece a la espera de nuevas actuaciones judiciales.

Según informes que citan registros del Departamento de Correcciones, sobre Chung pesa además una orden relacionada con inmigración. Medios locales señalaron que la joven llegó al país en 2019 con una visa de estudiante para asistir al Instituto Pratt y que se quedó más tiempo del autorizado, por lo que podría enfrentarse a una audiencia con las autoridades migratorias e incluso a un proceso de deportación.

Pei Chung se presentaba como una joven prodigio con intereses en arte y diseño, y con un rendimiento destacado en su país, recoge una reseña biográfica recopilada por Financial Express. Antes de los últimos escándalos, su perfil público resaltaba una trayectoria marcada por la creatividad y el dominio de varios idiomas.