En la denuncia, Corcoran afirma que aceptó un mínimo sindical para el rodaje (100 dólares por día) bajo la promesa de recibir el 1 % de las ganancias de la franquicia, pero cuando el éxito financiero despegó, los pagos se volvieron irregulares y acumuló aproximadamente 8 mil dólares.
Entre los hechos que describe la demanda están escenas rodadas en temperaturas bajo cero, en edificios abandonados sin baños, con prótesis que contenían heces de rata, y una escena de desnudo para la cual Corcoran no firmó un consentimiento escrito. Además, la actriz asegura que los productores distribuyeron fotografías y mercancía con su cuerpo desnudo sin su autorización, lo que viola el Código Civil de California.
Corcoran también sostiene que fue la única mujer en un rodaje de más de diez horas, y que terminó con hinchazón craneal y daño en un tímpano por permanecer colgada boca abajo. La actriz también sufrió un largo y doloroso proceso para despegarse de una plancha de madera sobre la que tuvo que echarse para que realizaran un molde de silicona de su cuerpo.
En su demanda exige un examen completo de las ganancias del film para determinar cuánto le adeudan. El primer filme de la saga, con un presupuesto de apenas 35 mil dólares, recaudó 420 mil dólares; la secuela de 2022 alcanzó 15,8 millones con presupuesto de 250 mil dólares.