Ahí el ágora: Perseverando hacia el bien
El arrepentimiento debe ser en el nombre de Jesucristo
Opinión.- Y perseveraban en la Doctrina de los Apóstoles: Estas primeras líneas del libro de los Hechos capítulo 2 y versículo 42 se describe, cómo fue tomado en cuenta y de manera muy seria, lo encomendado por el Apóstol Pedro a los judíos que se encontraban de pie y atento a su exhortación respecto a lo dicho en uno de los capítulos anteriores (38), en donde el énfasis estaba en el arrepentimiento y bautizo.
Era necesario y actualmente lo es, que ellos perseveraran en esa línea dictada por Pedro inspirado por el Espíritu Santo. Porque sencillamente para ellos, y también para la sociedad actual, el reconocer que los equivocados somos nosotros y dejar fluir en nuestros corazones que Dios siempre tendrá la razón, haciendo esto, nos hará libre.
El arrepentimiento debe ser en el nombre de Jesucristo, porque solo en este nombre de -Cristo-, se puede alcanzar el perdón y hacer efectivo el arrepentimiento, no hay fórmula mágica, ni caminos verdes ni de ningún otro color que te garantice la solución espiritual que se trae en decadencia, desde incluso antes de llegar al mundo, porque desde el vientre de nuestras madres ya somos candidatos a buscar el perdón de Dios.
“Porque en pecado me concibió mi madre. Sal 51:5. Este es el sentido que debemos, queramos o no, ponernos a cuenta con el Señor. Porque todos nacemos en pecado, en maldad y por muy sublime que sea el nacimiento de un ser humano, le alcanza la necesidad de recibir la misericordia divina.
Nacemos con esa necesidad de ser perdonado por Dios a través de su hijo, por el pecado original que emerge producto de la caída del que fuera cabeza de toda la raza humana, Adán. Esta consecuencia camina, y todos los que nacen, tienen a cuestas el peso de la maldad y necesita ser quitada por medio de un arrepentimiento genuino.
Sin embargo, hay 2 tipos de perseverancia a la vista. Una, la perseverancia de saber que se necesita poner en orden la vida, es decir, entregar a Dios todo aquello que lo ofende a Él, pero que aún muchos no lo ven así y continúan perseverando en lo malo.
Dos, la perseverancia en seguir la doctrina de saberse inútil, pero que con el arrepentimiento y el perdón de Dios, podemos tener una vida más cerca de su presencia y útil, entiéndase, practicar lo bueno, hacer el esfuerzo a diario de agradar a Dios y reconocer que mediante el arrepentimiento y el reconocimiento de que necesitamos de Dios a diario.
Los beneficios de perseverar en lo bueno, en Jesús y en su palabra, son infinitos. Perseverar en la oración, en desear comer de este rollo inigualable que es su palabra santa, seguir el ejemplo de hombres de Dios escrito en la biblia, es protección que se genera para tu vida y para la vida de otros. Cuando inclinas tus deseos hacia lo bueno, hacia todo lo que tenga que ver con Dios; esa misma perseverancia santa te llevará a un estadio más amplio y en donde recibirá cumplidas las promesas del Altísimo, y la principal de ella, su Espíritu Santo que te guiará por el resto de tu vida.
Perseverar en lo bueno siempre, en la doctrina de lo moral, de hacer lo que agrada al Supremo, te proporcionará siempre las herramientas para tener una vida exitosa. Vendrá a tu vida todos los oasis, tu familia se te restaura, comienzas a experimentar momentos, comienzas a recibir bendiciones, que perseverando en lo malo, jamás experimentaría ni tendría. Solo en alcanzar el perdón y la salvación vendría la recompensa como regalo, el Espíritu Santo te bautizaría de la cabeza a los pies, proporcionando a toda vida virtudes nunca vistas.
La necesidad de hacer lo correcto, debe ser agenda en tu vida que ya debe cumplirse. No dilates más lo que a arrepentimiento se refiera, y esto es, un giro de 180° (grados), no vaciles en cambiar de manera radical la conducta inadecuada, es decir, no tardes lo que tú sabes debes cambiar. Si no amas a tu familia, debes amarla, si no respetas lo ajeno, debes respetar, si tienes algún hábito dañino, debes dejarlo ya.
No pase paño tibios a lo que sabes, nunca te traerá buenos resultados, el dinero y recursos ajenos que pertenece a un erario nacional, los bienes privados, los dones, que Dios le ha dado a las personas en general, debes respetar y no codiciar.
¡Sí se puede amigo (a) lector, es por aquí la plaza pública comunicacional!
Otrosí o nota: Es necesario girar en 180°, pero solo con la ayuda de Dios y su Santo Espíritu, pero tienes que decidir, si perseveras en lo bueno, o te quedas en la perseverancia antigua de la maldad. Con Cristo se puede alcanzar el socorro.
