Drake Bell denuncia maltrato y salarios injustos en Nickelodeon: "Nos tiraron a los lobos"
El actor reveló que la cadena infantil le negó las regalías y que explotaba financieramente a sus jóvenes estrellas
Espectáculos.- El actor y músico estadounidense, Drake Bell, recordado por la exitosa serie "Drake & Josh", ha conmocionado al público con sus recientes declaraciones en The Unplanned Podcast. Bell reveló que, a pesar de su fama global, nunca recibió regalías por su trabajo en Nickelodeon.
Según el actor, la situación se debió a un contrato "engañoso" que firmó tras su debut en "The Amanda Show", donde él, y prácticamente todas las estrellas de la cadena, aceptaron un pago único por su participación. Esta práctica contrasta drásticamente con la norma en la industria del entretenimiento, donde los actores suelen recibir compensación cada vez que sus producciones se retransmiten, como el caso del elenco de "Seinfeld" con Netflix.
En tal sentido, Bell desmintió la creencia popular de que las estrellas infantiles de televisión acumulan grandes fortunas. Explicó que, para que un actor reciba regalías, es necesario que el proyecto alcance al menos 100 episodios, lo que permite registrarse para obtener derechos de redifusión.
También, puso como ejemplo al elenco de "Friends", quienes en su apogeo ganaban un millón de dólares por episodio y aún hoy, continúan recibiendo aproximadamente 20 millones de dólares anuales en regalías. Sin embargo, Bell afirmó que el sistema de Nickelodeon estaba "amañado", diseñando contratos que impedían a los jóvenes talentos beneficiarse a largo plazo de su éxito.
Cuando se le preguntó si la falta de regalías se debía a la edad en que firmaron los contratos, Bell fue contundente: "Nickelodeon se conforma de un montón de gente perversa y corrupta, esa es la principal respuesta. Realmente no hay otra respuesta".
El actor describió el ambiente como emocional y mentalmente dañino, sintiendo que "nos tiraron a los lobos" mientras ellos simplemente se enfocaban en "pagar las cuentas este mes".
Las impactantes revelaciones del actor abren un debate crucial sobre las prácticas laborales en la industria del entretenimiento infantil y la protección de los derechos de los menores. Sus palabras no solo exponen una presunta injusticia financiera, sino que también arrojan a la luz sobre el lado oscuro de la fama temprana, donde el reconocimiento público no siempre se traduce en una compensación justa o en un entorno de trabajo seguro y ético.