Espectáculos.- Las hijas de Rubby Pérez, Casey y Ana Beatriz Pérez, establecieron una demanda contra los propietarios y socios de la discoteca Jet Set, donde el artista y otras 235 personas fallecieron el pasado 8 de abril.
"Esta querella es una herramienta legal, pero también un acto de memoria", indicó el comunicado de las hijas de Pérez. "No busca castigar sin fundamentos ni emitir juicios paralelos".
"Pretende que se investigue, que se determine la verdad, que se asuman responsabilidades donde corresponda y que las víctimas no desaparezcan", añadió. "Que este caso (…) sirva para corregir, aprender y, sobre todo, para cuidar".
Los hermanos Espaillat enfrentan una pena de hasta dos años de cárcel por el cargo imputado.
Un juez debe decidir si encararán su juicio en libertad. El Ministerio Público (MP) pidió prisión preventiva para Antonio Espaillat y arresto domiciliario para su hermana Maribel.
Los acusa de "una inmensa irresponsabilidad y negligencia" en el manejo del local, que presentaba "fallas estructurales".
El techo colapsó -según un informe técnico- tras ser cargado "de manera excesiva" con ductos, aires acondicionados, tanques de agua "sin realizar ningún estudio que garantizara la capacidad de la estructura" para soportar el peso.
La fiscalía también señaló a los propietarios de "intimidar o manipular a empleados" que pudieran ser llamados como testigos.