Joey Wheeler, peluquero personal de la alteza fue quien tomó la iniciativa de cambiar su look, y desde esa experiencia Kate decidió contribuir a la sociedad en la donación de su cabello, además, de multiplicar el número de personas que acudieron a los centros médicos a realizarse pruebas y quimioterapia preventiva.
«Es hermoso pensar que alguien, en algún lugar, probablemente más de una persona, recibió una peluca que contenía el cabello de la princesa Kate», relató la portavoz de la organización, Helen Creese.
En este sentido, es importante destacar que el portal Cancer Research UK, incrementó en 15 % las visitas denominando esta acción como el «efecto Kate», asimismo, el Macmillan Cancer Suppot tuvo también un aumento del 10 % en sus visitas.