Economía global resiste la tormenta financiera y mejora el PIB tras la crisis
La gran amenaza sigue siendo el crédito que alimente el consumo y la inversión
Economía.-
Las turbulencias financieras que han generado un clima de incertidumbre en los mercados no parecen afectar al conjunto de la economía global desde el punto de vista macroeconómico. El consenso recogido por Bloomberg mejora el PIB previsto para las grandes economías 0,35 puntos en el cómputo de 2023, incluida una leve mejoría tras la crisis financiera que inició el Silicon Valley Bank (SVB) a mitad de marzo.
"Las tormentas financieras y esta en concreto generan mucha sensibilidad en el mercado. Ante desequilibrios y desajustes, el mercado en seguida especuló sobre si era una repetición de la crisis de 2008 y
se ha visto que no es equiparable ni tan grave como la de 2008", explica a elEconomista.es Javier de la Nava, profesor de Macroeconomía y Economía Internacional en el CEF y la UDIMA.
A nivel global y en las principales ecónomas observadas, el temor de la recesión que se avivó el pasado otoño queda descartado. Por el lado negativo, el estancamiento de Alemania lastrará el crecimiento a nivel europeo hasta el 0,5% en 2023 como consecuencia de su condición de locomotora europea.
La gran amenaza sigue siendo el crédito que alimente el consumo y la inversión. En la primera economía global, EEUU, Goldman Sachs recortó al 1,2% su previsión de crecimiento del PIB alegando la reducción de crédito de las entidades bancarias pequeñas y medianas. Aunque el consenso que recoge Bloomberg mantiene un alza del PIB del 1% en 2023 para EEUU, tras mejorar dos décimas esta previsión.
Optimismo contenido
En la Eurozona el impacto del contagio al Credit Suisse no se hará notar. De hecho, no es uno de los principales puntos de análisis y reflexión de los economistas, sino que el problema sigue siendo lo que ya había: inflación subyacente enquistada y reducción del crédito. "El endurecimiento de las condiciones financieras que ya se ha producido repercutirá sin duda en el crecimiento en los próximos trimestres", avisan desde Oxford Economics en un reciente informe.
"En un contexto de tipos más altos y de mayor incertidumbre, es probable que esta tendencia continúe a medida que los bancos endurezcan sus condiciones crediticias y la demanda de préstamos por parte de los hogares y las empresas", explican. La subida de los tipos de interés provoca ya una reducción de la financiación a empresas y hogares en España de casi el 16%, como publicó este medio, lo que a la larga implicará un menor consumo e inversión para bajar la inflación.
Sin embargo, el viejo continente tiene algunos indicadores con los que mirar, desde el presente, con optimismo a los próximos meses. En el conjunto de la zona euro, el crecimiento de la actividad del sector privado se aceleró en marzo a máximos de diez meses, con una lectura del PMI compuesto de 53,7 puntos, frente a los 52 del mes anterior. Por el contrario, es el indicador de sentimiento económico el que ha revelado un mayor pesimismo.
De hecho, la mejora de la actividad española y, en menor medida, italiana, está tirando del indicador a nivel comunitario. Según alerta Joe Hayes, economista sénior de S&P Global Market Intelligence, la mejoría del euro durante los próximos meses depende de que el resto de grandes economías den un paso adelante.