Según las primeras informaciones, publicadas por el medio The Standard Digital, el accidente se produjo en la carretera que une la zona en la que nació, Eldoret, con Kaptagat, en la Valle del Rift, donde viven y entrenan muchos de los mejores maratonianos del planeta. La hora del suceso se sitúa alrededor de las 23:00 horas (hora local en Kenia), según el comandante de policía de Elgeyo Marakwet, Peter Mulinge, que también informó que el coche, un Toyota Premio, lo conducía el propio atleta. En él, viajaba un tercer pasajero, una mujer identificada como Sharon Kosgei (32) , que sobrevivió con lesiones graves. Tal y como indican las autoridades locales, Kiptum perdió el control del vehículo, chocó contra un árbol y cayó en una zanja.
Una de las primeras personas en acudir a la trágica escena -llamado Kenneth Kimaiyo-, relató que el cuerpo de Kiptum sin vida fue encontrado debajo del vehículo. Por su parte, el entrenador del maratonista Hakizimana, aún estaba con signos vitales en una zona cercana a donde quedó el auto destrozado. “Intentamos salvar al entrenador porque todavía respiraba, pero murió inmediatamente”, dijo el hombre que se acercó a socorrer a las dos personas que protagonizaron el accidente.
Una leyenda que empezó en Valencia
Kiptum, se presentó al mundo del atletismo en la Maratón de Valencia de 2022, en la que, siendo un gran desconocido para el gran público, logró la tercera mejor marca de siempre, sólo por detrás de Eliud Kipchoge y Kenenisa Bekele. En Chicago, en el que tan solo era su tercer maratón, reescribió la historia de la distancia: fue el primer corredor en romper la barrera de dos horas y un minuto, yendo a una media marciana de 2:50 el kilómetro y 21,240 km/h. Antes, también ganó en Londres, su otro major, cruzando la meta en 2:01:25. En el horizonte, estaba llamado a protagonizar una de las carreras del siglo con el propio Kipchoge en los Juegos Olímpicos de París, en los que hubiera competido por primera vez representando a su país.
