Sinner, 22 años y nº 4 mundial, dio el gran golpe batiendo a Novak Djokovic, 36 años y nº 1, por 6-1, 6-2, 6-7 (6-8) y 6-3 en 3h.22'. Acabó con la racha de 33 partidos seguidos ganados por el serbio, que no perdía desde los octavos de final de 2018, ante el surcoreano Hyeon Chung. El balcánico ha visto enseguida truncada la aspiración de hacer un Golden Slam (cuatro Grand Slams y oro olímpico). Había llegado como mínimo a la final de sus últimas cinco participaciones en un 'grande', resume Mundo Deportivo.
El domingo, a las 09:30 horas, perseguirá completar su sueño, ante el ruso Daniil Medvedev o el alemán Alexander Zverev. Habrá nuevo campeón, el primero en 10 años que no será ni Djokovic, ni Federer, ni Nadal. El Big 3 había acaparado 17 de los anteriores 18 trofeos.
El héroe italiano de Copa Davis dio una exhibición de juego y determinación. Condiciones naturales reforzadas con un trabajo de progresión continua, la cabeza ya no le traiciona. Al contrario, ayuda porque cree en sí mismo, ha aprendido a convivir con la presión. De las dudas a la confianza en un proceso natural de maduración.
El punto de match del tercer set
En su segunda semifinal de Grand Slam, tras la de Wimbledon 2023, Sinner mostró un nivel que resultó intocable incluso para Novak Djokovic, a quien destrozó en la primera hora y media de partido: 6-1 y 6-2. No remató su festival con la bola de 'match' que tuvo en el 'tiebreak' del tercer set con 6-5. Lanzó una cómoda derecha a la red. Podía haber sido el principio del fin, tras acabar perdiendo su primer set del torneo, haber abierto la puerta a un caníbal de 24 coronas de Grand Slam.
