Antonio “Tachuela” Torres: Un montalbino enorme ante las adversidades
Tachuela” es un hombre que se supo crecer ante las adversidades que desde niño enfrentó
Cultura.- Pequeño en tamaño, pero gigante cuando enfrentó los infortunios que le tenía preparada la vida. Así es
Antonio Domingo Torres Cabrera, cariñosamente conocido en todo Montalbán como
“Tachuela”… Y es que hablar con él, es sinónimo de viajar a un pasado cargado de muchas aventuras.
Mojado y sin empanadas
Nacido hace 92 años en Macapo, San Carlos, del estado Cojedes, Antonio se encontró huérfano a los seis años, pues sus padres fueron víctimas de la persecución política durante el gobierno de Juan Vicente Gómez.
Dos años después, una tía se lo llevó a Miranda, “pero casi me mataba a palos cuando yo no vendía las empanadas que ella preparaba”. Un día había llovido tanto que el río creció. La corriente le sacó de sus pequeñas manos aquellas empanadas. “Tachuela” solo lloraba, pensando en la enorme la paliza que le esperaba.
Un buen samaritano
Así lo encontró Francois Franceschi, un hacendado, quien al escuchar el motivo de tanto llanto, miró al pequeño, le quitó los sucios zapatos que cargaba y con rabia los botó. Se llevó aquel niño a Montalbán prometiéndole que nunca más lo castigarían.
Encargó el pequeño “Tachuela” a una bondadosa familia, y ordenó que le compraran ropa, zapatos, y hasta lo puso a estudiar. A partir de los once años, Antonio Torres comenzó a trabajar en la hacienda de su benefactor: era el flamante capataz, lo que compaginaba con los estudios. Así logró sacar el sexto grado.
¿Por qué el apodo?
Ya de adulto, Antonio comenzó a trabajar como conductor de autobuses en la ruta Valencia-Nirgua (le decían el avión terrestre, por la velocidad). Como profesional del volante -y mujeriego-, su estilo consistía en usar lentes Ray Ban y un sombrero que se le veía grande, por su pequeña estatura. Al verlo, un amigo suyo le dijo muy serio: Tan chiquito y con ese sombrero, pareces una tachuela. Y ese apodo lo acompañaría para siempre.
Al servicio de la Salud
Más tarde, el entonces gobernador de Carabobo, Oscar Celli, le dio el puesto de chofer de ambulancia en el hospital Pérez Carreño, de Montalbán, y luego hasta ganó el liderazgo del Sindicato Obrero de la Salud en la zona vallealtina. Duró 31 años al servicio de ese gremio.
Por su trayectoria, el también entonces gobernador, Luis Felipe Acosta Carlez, le dio a “Tachuela” un cheque por su buen desempeño: no lo pensó dos veces y compró una moto blanca, por la que también sería reconocido en el pueblo.
Enviudó hace cuatro años. Tiene seis hijos varones y seis hembras, además de 15 nietos, 15 bisnietos y uno que viene en camino.
Sin duda, “Tachuela” es un hombre pequeño de estatura, pero que se supo crecer ante las adversidades que desde niño enfrentó. (Nota de prensa)