Ciencia y Tecnología
Japón intenta llegar a la Luna con "Resiliencia"
En esta oportunidad, ispace optó por redoblar esfuerzos y revisar cada parte del proceso
5 de junio de 2025
Ciencia.- Después de dos años después, la nave espacial Resiliencia de la empresa privada japonesa ispace, se prepara para intentar nuevamente, llegar a la Luna, esta vez con un pequeño rover de 4 ruedas construido por la Agencia Espacial Europea (ESA), que transitará en la superficie selenita.

La firma japonesa decidió regresar a la superficie lunar para completar una misión compleja que combina tecnología de navegación, observación científica, exploración robótica y expresión artística.

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El módulo Resilience fue lanzado el 15 de enero desde Florida a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, empresa del multimillonario emprendedor Elon Musk. El aparato compartió su viaje inicial con otro módulo privado, Blue Ghost, de la empresa Firefly Aerospace, que aterrizó con éxito en marzo en el sitio lunar Mare Crisium.

A diferencia de ese descenso directo, Resilience optó por una trayectoria de baja energía. La sonda pasó varios meses en tránsito antes de alcanzar la órbita lunar el 6 de mayo.

Y hoy se prepara para su intento de alunizaje programado 15:17 EDT (19.17 GMT y 16.17 hora argentina). El lugar elegido para apoyar sus patas metálicas es Mare Frigoris, o Mar del Frío, una llanura estrecha, con pocos accidentes geográficos, situada en el hemisferio norte de la cara visible.

Allí, ispace identificó una zona plana con pocas rocas, ideal para minimizar los riesgos de descenso.

Esta fue la segunda misión lunar de la compañía dentro del programa Hakuto-R. La primera, en abril de 2023, terminó en un aterrizaje fallido cuando el módulo se estrelló al acercarse a su destino. En esta oportunidad, ispace optó por redoblar esfuerzos y revisar cada parte del proceso.

Si las condiciones cambian, se están considerando tres sitios de aterrizaje alternativos, cada uno con diferentes fechas y horas de aterrizaje”, explicó la compañía en una actualización reciente. La transmisión del alunizaje se organizó como un evento global y fue ofrecida en japonés con traducción al inglés a través del canal oficial de YouTube de ispace.

Exploración robótica, ciencia y diseño en miniatura

Resilience lleva consigo un rover ligero, de fabricación europea llamado Tenacious. El vehículo, hecho de plástico reforzado con fibra de carbono y con un peso de apenas 5 kilos, se diseñó para desplazarse lentamente sobre el terreno lunar y realizar tareas básicas de reconocimiento.

Equipado con una cámara de alta definición y una pequeña pala, el rover tiene como uno de sus principales objetivos recoger muestras de suelo para la NASA. Su autonomía es limitada, con desplazamientos a una velocidad inferior a dos centímetros por segundo, pero puede alejarse hasta un kilómetro del módulo principal.

Las tres antenas de espacio profundo de 35 metros de la red Estrack de la ESA, ubicadas en España, Argentina y Australia, así como la antena de 15 metros en la Guayana Francesa, respaldarán la misión espacial y serán el puente de comunicación entre los ingenieros y el robot. La estación terrestre comercial Goonhilly Earth Station, en el Reino Unido, también proporciona una parte significativa del apoyo a través de la red ampliada Estrack.

Las órdenes a Tenacius se enviarán desde ispace, en Luxemburgo, lugar donde se construyó, a las oficinas del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Alemania, antes de ser retransmitidas a través de las antenas de la ESA a la superficie lunar. Allí, el módulo de aterrizaje de ispace las recibirá y las transmitirá al róver. Los datos del róver, como las imágenes de sus cámaras, volverán a la Tierra a través de la misma cadena de comunicación.

Se espera que cumpla su tarea durante las dos semanas que dura el día lunar, que es el período de iluminación continua en la superficie. Esta ventana temporal impone un ritmo ajustado a la misión, ya que una vez que el Sol se oculta, las temperaturas descienden a niveles extremos y los equipos electrónicos quedan inactivos.

La nave espacial está equipada con paneles solares para alimentar sus instrumentos a bordo y dedicará ese tiempo a realizar experimentos con diversas cargas útiles. Estas incluyen lo siguiente:

  • Experimento del electrolizador de agua: Un experimento construido por el fabricante de equipos de aire acondicionado Takasago Thermal Engineering Co. para probar la tecnología para generar oxígeno e hidrógeno a partir del agua lunar.

  • Módulo de producción de alimentos a base de algas: Un experimento diseñado por Euglena Co. para probar formas de cultivar algas en la luna como una posible fuente de alimentos.

  • Sonda de radiación del espacio profundo: Un pequeño detector que ha estado monitoreando los niveles de radiación en Resilience a lo largo de su misión de varios meses de duración.

La novedad más inesperada de la carga útil fue el objeto artístico que viajó junto al rover. En medio del instrumental técnico y los objetivos científicos, ispace decidió incluir una pequeña casa roja, de diseño sueco, creada por el artista Mikael Genberg. La pieza, llamada Moonhouse, tiene paredes rojas, detalles blancos y una puerta verde. Su inclusión busca introducir un gesto simbólico en el contexto de una misión de alta precisión, mostrando que el espacio puede albergar no solo ciencia, sino también expresiones culturales.

Este tipo de iniciativas reflejan una tendencia creciente entre las nuevas empresas espaciales, que no solo buscan cumplir con objetivos científicos o contractuales, sino también captar la atención pública, diferenciarse de sus competidores y transmitir una identidad.

“No pretendemos monopolizar el mercado. Intentamos construirlo”, afirmó Jeremy Fix, ingeniero jefe de la filial estadounidense de ispace, en una conferencia previa al lanzamiento. La compañía evitó revelar el costo exacto de esta segunda misión, pero aseguró que fue menor que el del primer intento, que superó los 100 millones de dólares.

El esfuerzo se enmarca en una carrera cada vez más activa por conquistar espacios de operación en la superficie lunar. Además de ispace, varias compañías estadounidenses están desarrollando misiones similares. Firefly Aerospace ya logró un descenso exitoso, mientras que Intuitive Machines también llegó a la Luna, aunque su módulo se estrelló tras caer en un cráter del polo sur. Astrobotic Technology y Blue Origin proyectan misiones para finales de año, aunque Astrobotic ya perdió su primer módulo en 2024 cuando se desintegró al reingresar a la atmósfera.


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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Infobae