Ciencia y Tecnología
Una taza de hace 2 mil años revela que los antiguos egipcios tomaban bebidas alucinógenas durante los rituales, según científicos
Un análisis detectó cuatro categorías de sustancias
26 de noviembre de 2024
Ciencia.- Investigadores descubrieron residuos de drogas psicodélicas, fluidos corporales y alcohol en el interior de una taza de 2 mil años de antigüedad, lo que sugiere que los antiguos egipcios ingerían bebidas alucinógenas durante los rituales.

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Es la primera vez que los científicos han podido identificar las firmas químicas de los brebajes líquidos que se bebían en tazas decoradas con la cabeza de Bes, una antigua deidad egipcia de la fertilidad, la protección, la curación medicinal y la purificación mágica. Las vasijas con la forma de Bes se produjeron durante un largo periodo en Egipto, pero solo ha sobrevivido un número limitado de ellas, y todas se han encontrado en contextos arqueológicos diferentes, lo que aumenta su misterio.

Los nuevos hallazgos, publicados el 13 de noviembre en la revista Scientific Reports, son el resultado del estudio de los residuos de una taza de Bes que se conserva y que actualmente se expone en el Museo de Arte de Tampa.

“Durante mucho tiempo, los egiptólogos han especulado para qué se utilizaban las tazas con la cabeza de Bes y para qué tipo de bebida, como agua sagrada, leche, vino o cerveza”, afirma en un comunicado Branko van Oppen, coautor del estudio y conservador de Arte Griego y Romano del Museo de Arte de Tampa. “Los expertos no sabían si estas tazas se utilizaban en la vida cotidiana, con fines religiosos o en rituales mágicos”.

La investigación, que incluía análisis químicos y de ADN, también reveló la primera evidencia física de plantas con propiedades psicotrópicas y medicinales dentro de una taza egipcia, lo que valida tanto los registros escritos como los mitos relacionados con los antiguos rituales egipcios, afirmó el autor principal del estudio, Davide Tanasi, profesor y director del Instituto de Exploración Digital de la Universidad del Sur de Florida.

“La religión es uno de los aspectos más fascinantes y desconcertantes de las civilizaciones antiguas”, afirmó Tanasi en un comunicado. “Con este estudio, hemos encontrado pruebas científicas de que los mitos egipcios tienen algo de verdad y nos ayuda a arrojar luz sobre los rituales poco conocidos que probablemente se llevaban a cabo en las cámaras Bes de Saqqara, cerca de las grandes pirámides de Guiza”.

Descubrir sustancias antiguas

Los investigadores llevan mucho tiempo intrigados por las tazas de Bes precisamente porque había poco contexto para comprender cómo se utilizaban los recipientes, lo que dificultaba formular hipótesis sobre su función en los rituales o el contenido que transportaban, explicó Tanasi.

“En general, las vasijas de Bes no eran artefactos corrientes, sino objetos rituales fabricados en número limitado y adquiridos solo por aquellos individuos que adoraban a Bes y participaban en los rituales que giraban en torno a él”, explicó Tanasi. “Muy probablemente, esos individuos se quedaban con las vasijas de Bes después de utilizarlas para realizar los rituales, como recordatorio de que el ritual se había llevado a cabo realmente”.

Tanasi y sus colegas se sumergieron en el misterio de la taza como parte de un estudio más amplio sobre la antigua alimentación mediterránea, centrándose en el artefacto Bes que había sido donado al Museo de Arte de Tampa en 1984. Tras raspar las paredes de la taza, los científicos pulverizaron la muestra resultante y determinaron una especie de receta basada en las sustancias que habían manchado la taza con residuos superpuestos.

El equipo del estudio esperaba encontrar los restos de una potente bebida alcohólica dado el pequeño tamaño del recipiente, que medía 4,5 centímetros (1,7 pulgadas) de altura y podía contener 125 mililitros (4,2 onzas líquidas). Pero a los investigadores les sorprendió la mezcla tan variada.

Su análisis detectó cuatro categorías de sustancias: una base alcohólica, agentes aromatizantes, fluidos corporales humanos e ingredientes medicinales y psicotrópicos.




La detección de levaduras de fermentación sugiere que el brebaje tenía una base de cerveza o vino, que se realzaba con sabores de miel y posiblemente jalea real, semillas de sésamo, piñones, regaliz y uvas. Según el estudio, los antiguos egipcios solían utilizar la uva para hacer que las bebidas se parecieran a la sangre.

Según los investigadores, los fluidos corporales eran posiblemente una mezcla de sangre, leche materna y mucosidad, que podría haber sido vaginal, nasal o salival, y creen que se añadieron deliberadamente en función de sus concentraciones.

Y entre las plantas incluidas había nenúfar azul egipcio y ruda siria, que contienen propiedades alucinógenas, medicinales, embriagadoras y sedantes que pueden alterar la percepción y potenciar las experiencias visionarias, dijo Tanasi. También había especies de la planta Cleome, conocida por inducir el parto o, en dosis elevadas, el aborto.

“Esta investigación nos habla de los rituales mágicos del periodo grecorromano en Egipto”, afirma van Oppen. “Los egiptólogos creen que la gente visitaba las llamadas cámaras de Bes en Saqqara cuando deseaba confirmar un embarazo satisfactorio, porque los embarazos en el mundo antiguo estaban plagados de peligros. Por lo tanto, esta combinación de ingredientes puede haberse utilizado en un ritual mágico que inducía al sueño en el contexto de este peligroso período de parto”.

Los registros escritos, la iconografía y las pruebas arqueológicas de semillas y plantas carbonizadas han demostrado que los egipcios conocían las plantas y los efectos secundarios de su consumo, según Tanasi.

Nos sorprendió la compleja receta del brebaje y el descubrimiento de los fluidos humanos, que añadieron un nuevo ángulo mágico-religioso”, explicó Tanasi. “Las sustancias identificadas probablemente habrían inducido visiones oníricas, estados meditativos elevados y posiblemente euforia”.

El estudio de muestras químicas de otros vasos de Bes en el futuro podría revelar si las tazas se utilizaban durante acontecimientos singulares o si formaban parte de una práctica generalizada, escribieron los autores en el estudio.

En el futuro, el equipo espera realizar análisis similares en otros ejemplos de jarras Bes de otros museos para determinar si todas las vasijas contenían la misma receta.

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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE CNN