En el I Foro sobre Ética de la IA, se busca conformar un Consejo Regional de Inteligencia Artificial para Latinoamérica y el Caribe; que regule y controle los usos de algoritmos desarrollados a partir de la Inteligencia Artificial (IA); aprovechando el amplio potencial que ofrece para mejorar la calidad de vida de la población caribeña desde la atención médica, optimización de procesos productivos, aportes a la seguridad, entre otros.
En el evento participaron países como Guatemala, Brasil, Honduras, Venezuela, Paraguay, República Dominicana, Chile como anfitrión, entre otros; que se reunieron con la idea de establecer medidas que surgen a partir de las necesidades de toda una región.
Cabe mencionar que, la actividad tuvo como premisas las preocupaciones que se exponen a escala mundial por la presencia de esta herramienta tecnológica en la vida diaria de la sociedad. Es por ello que se hace necesaria la creación de un marco regulatorio que resguarde la privacidad de las personas, preserve los derechos humanos, la libertad y fortalezca las políticas públicas y sociales en función de mejorar la calidad de vida de la población.
Sin embargo, desde 2021, el mundo cuenta con la recomendación sobre la ética de la IA creada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); la cual tiene como base principal defender el derecho internacional a la privacidad y además apoyar a los países a generar políticas que creen un espacio basado en un enfoque ético como respuesta a las necesidades de la región.
La IA se posiciona con gran controversia a escala global, sobre todo en América Latina y el Caribe. Esta herramienta tecnológica se plantea con importantes dilemas y ofrece amplias posibilidades, así como desafíos e impactos que deben ser abordados, como la contingencia de reproducir prejuicios sociales que ya existen en el mundo, contribuir a la desigualdad de género o racial, poner en riesgo el respeto de los derechos humanos y la libertad.
De esta manera, se estima que a través de esta iniciativa, la cumbre ministerial de Chile y las altas autoridades de América Latina y el Caribe, logren establecer un marco regulatorio que sea clave para aumentar la representación de la región en discusiones globales sobre esta innovación.
