La imagen de la Galaxia Fantasma tomada por el telescopio James Webb
© Foto : ESA/Webb, NASA & CSA, J. Lee and the PHANGS-JWST Team
La imagen del Hubble presenta longitudes de onda ultravioletas y ópticas. Muestra regiones gruesas, oscuras y rugosas, densas en polvo y con ráfagas de color rojo. Se trata de enormes nubes de gas hidrógeno que brillan con fuerza en el ultravioleta, resultado de intensas ráfagas de formación estelar.
Lo que el Hubble no puede hacer muy bien es penetrar más profundamente en el polvo y el gas para obtener más detalles sobre esos episodios recientes de formación estelar.
La imagen de la Galaxia Fantasma tomada por el telescopio James Webb
© Foto : ESA/Webb, NASA & CSA, J. Lee and the PHANGS-JWST Team
Sin embargo, esto es lo que el nuevo telescopio puede hacer gracias a sus sensibles y potentes capacidades infrarrojas.
La radiación infrarroja tiene una mayor longitud de onda que la luz visible o infrarroja, que a longitudes de onda más cortas se dispersa más fácilmente por las partículas pequeñas. Esto significa que la luz infrarroja puede pasar relativamente sin obstáculos a través de regiones polvorientas y nubladas.
Imagen compuesta que combina las observaciones del Hubble y del JWST de la Galaxia Fantasma
© Foto : ESA/Webb, NASA & CSA, J. Lee and the PHANGS-JWST Team; ESA/Hubble & NASA, R. Chandar Acknowledgement: J. Schmidt
De este modo, el Hubble identifica la luz ultravioleta emitida por las regiones de formación estelar. A su vez, James Webb puede realmente mirar dentro de las nubes identificadas por el Hubble.