Siendo aun pequeña, su familia se estableció en Montalbán, pueblo donde se casó hace algo más de 50 años, y aunque todavía vive con su esposo, asegura tener “un nuevo enamorado alemán de ojos azules”… el Alzheimer, enfermedad que no le ha quitado la alegría de vivir; al contrario, cada día está dispuesta a experimentar nuevas aventuras culturales.

Benditas mentiras
Con 79 años de edad, Gladys tiene dos hijos que le han dado cuatro nietos y tres bisnietos. El gusto por la escritura surgió cuando era niña. “Yo era muy mentirosa. Recuerdo que cerca de mi casa había una familia que tenía un cofre lleno de prendas, y yo decía que era mi tesoro. Mentía tanto que siempre me castigaban”, acotó sonriendo.

Cada vez más su familia se sorprendía de la facilidad que tenía para narrar las aventuras que solo existían en su pequeña cabeza. Le sugirieron que anotara todo lo que inventara, y gracias a esas mentiras más tarde se convertiría en una de las más polifacéticas artistas que ha concebido el país.

El salón donde cursaba el primer grado estaba en un galpón, “pero yo no quería estar ahí, porque era muy feo”, y fue precisamente allí donde comenzó a escribir cuentos.

Cuentos internacionales
Gladys Laporte estudió danza contemporánea y cantó como mesosoprano en el Orfeón de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido declamadora, locutora comunitaria. Escribió varios libros de poemas infantiles y para adultos. Tiene un block en la Internet; ha hecho cine, teatro, radio, televisión.

 
Es pintora, con unas 200 exposiciones individuales y colectivas. Se ha presentado en escuelas de Colombia y Perú donde baila y narra sus cuentos. Recientemente fue nombrada La Poeta del Municipio Ambrosio Plaza, de Guarenas. “Tengo más títulos que la reina Isabel de Inglaterra”, dice entre risas.

Un pueblo muerto
Esta señorial mujer también hace el Baile de la Burra de Petare; es una maestra con las castañuelas; consejera de un grupo de la tercera edad en Guarenas, y en días pasados fue invitada de honor al cierre de la Semana de la Danza en el sector Sabaneta Norte de esa población. Asegura estar orgullosa de ser venezolana. “Soy tradicionalista, porque un pueblo sin tradición es un pueblo muerto”. (Alcaldía de Montalbán)