Carabobo
Carlos Estraño: Un artista forjador de los metales
Tiene 61 años trabajando el hierro como sustento de vida
14 de septiembre de 2022
Carabobo.- A sus 73 años Carlos Eduardo Estraño puede dar fe de que en casa de herrero  no siempre aplica “cuchillo de palo”, lo desmiente y confiesa que “eso está en uno”. Para él, practicar su oficio, la herrería, es un anhelo y alegría, pasión que comparte con gusto al hablar del boxeo.

Sin duda es todo un artista forjador de los metales, tiene  61 años trabajando el hierro como sustento de vida. Recuerda que de niño se montaba en una piedra para tallar sus obras ante miradas inciertas de sus hermanas.

Una de sus mejores es su peculiar vivienda que a su vez es su taller. Con el pasar del tiempo fue modificándola para transformarla en un hermoso castillo, como muchos le llaman, hoy día con una fachada llena de colores.

Su casa de dos pisos y techos altos es todo un museo: un molino holandés que data del siglo XI posee en la azotea, una cruz que asciende a los siete metros de altura, figuras de un par de guantes de boxeo, además de muchísimas piezas intervenidas con hierro conforman este hermoso hogar en el que le acompaña Dios.

Hace 43 años empezó a construir y modificar la edificación que tiene lugar en la calle Falcón del sector Barrio Oeste I del municipio naguanagüense y en la que además ofrece una vista panorámica en que se divisa el popular cerro El Café.

Para Estraño, no hay nada difícil: “el hombre cuando se propone y tiene metas las pone, eso es perseverancia”, insiste un ser a quien los obstáculos le han servido de motivación para seguir adelante.

Él en un pasado se define como un humilde muchacho originario “de un pueblo de la luna de Urama”, quien por circunstancias de la vida tuvo que comenzar a trabajar a los 12 años, lo cual no fue impedimento para también convertirse en un lector ávido.

 En las mesas de su hogar mantiene una amplia colección de libros, muchos de ellos clásicos de la literatura, para así seguir cultivando su mente.

Un saco de boxeo y colecciones enmarcadas del deporte en cuestión le hacen relatar otra de sus pasiones de cuando fue boxeador aficionado doble AA, en 1967, compitiendo en el Instituto Nacional de Deportes (IND); recuerda que llegó a pelear por una arepa en Mayantigo (popular arepera de los años 80; se ubicaba en la avenida Bolívar norte de Valencia). (Vanessa González)
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VÍA Vanessa González
FUENTE Editoría de Notitarde